El aguafuerte, técnica de grabado en la que el ácido corroe áreas seleccionadas de una placa de metal, aporta una capacidad para el detalle fino y el contraste dramático. La precisión del aguafuerte permite una representación detallada del cuerpo, destacando su anatomía y fragilidad. La naturaleza del proceso, donde la imagen emerge lentamente a través de la corrosión, también puede simbolizar el desgaste y el  zurco hundido como camino de experiencia corpórea hasta un posible pero no probable final.